La ética es un valor fundamental para cualquier institución que quiera llegar a cumplir un papel social relevante y eficaz, que busque que se puedan construir entre todos una sociedad más justa. Precisamente las Fundaciones, ONG, y otros tipos de entidades buscan cumplir una labor concreta para algún colectivo, en general con necesidades especiales.
La ética debe ser el carácter de las organizaciones y esta genera reputación y confianza, pero habría que matizar que la ética no es un arma de actuación ni una imagen provocada para ganar prestigio, la ética debe ser el fundamento y la base, para se construya en honradez buscando los objetivos y los medios necesarios para conseguir el fin que se hayan marcado.
En la ética entra la relación entre todos, entidades, instituciones públicas y privadas, usuarios, familias, la imagen social, para que la ética, la honradez sean los principios que sirvan para que la gente sea solidaria.
Cuando una entidad es trasparente, es honrada y aclara su labor, gana en imagen, y por lo tanto en colaboración de los ciudadanos. Todos sabemos el daño que hace cuando se descubre algún fraude que se basa en la lástima, en la solidaridad, y sale luego a la luz que era una artimaña para sacar dinero.
Por ello la ética es el principio de toda entidad que quiera aportar a la sociedad, de lo contrario se puede hacer más mal que bien a un colectivo concreto. Este tipo de entidades no son empresas para ganar dinero, son servicios sociales.
La ética genera confianza, y compensa la vulnerabilidad de algunos sectores de la sociedad, y todos podemos llegar a serlo en un momento de nuestra vida, por eso tenemos que ser capaces de ponernos en el lugar del otro. De hecho muchas entidades nacen de personas con una misma problemática que buscan soluciones para su situación particular.
Es tener transparencia y buen gobierno, para que este garantice la permanencia en el tiempo de los objetivos marcados, dejando de lado personalismos que puedan hacer peligrar las entidades sociales, encauzándose hacia el bien común.
Nos encaminamos a una responsabilidad social de todos los que intervienen en los procesos de inserción y de implicación, de tal manera que se despierte una sensibilidad social en la integración de las personas con discapacidad.
Javier Abad Chismol