Cuando terminamos un año y comenzamos otro es cuando nos planteamos como mejorar las cosas y como nos ha ido con anterioridad. La capacidad de evaluar y de innovar no puede quedar al margen de la integración de las personas con discapacidad, y por lo tanto debemos estar en una continua evolución.
De esta manera a lo largo de los últimos tiempos hemos ido avanzando desde la modalidad del Empleo con Apoyo al Empleo personalizado, eso sí, todo lo que vaya unido a lo que significa la inserción laboral en la empresa ordinaria, tanto sea pública como privada, dejando de lado todo lo que sea la creación de empresas especiales solo para personas con discapacidad.
Esa metodología está abriendo un mundo de posibilidades, esta indaga el talento y las habilidades de cada cual y las posibilidades laborales del entorno en que viven, buscando así formas de empleo personalizado.
Hay que apostar de una manera firme en acciones que lleven a innovar, reflexionar sobre la importancia de la implicación social de todos los colectivos, porque en la integración formamos parte todos, también ser capaces de dar a conocer esta realidad, que no se conozca tan solo cuando tenga alguna persona discapacidad en mi entorno familiar o cercano.
Conocer la realidad lleva a la implicación y a la valentía a la hora de afrontar el reto de la integración laboral porque se pierden los temores y la incertidumbre, y por lo tanto se abre a la posibilidad.
Un entorno abierto, normalizado, una formación inclusiva, hace que se produzca un proceso de adaptación en todos los ámbitos de la vida, es poder ser capaces de buscar posibilidades donde por apariencia no la hay.
Ese empleo personalizado no debe ser un obstáculo para el empresario o la entidad, sino que se abre a la distribución de un trabajo bien hecho que permite que sea rentable la contratación de las personas con discapacidad.
Es un proceso personalizado adaptado al puesto, a la empresa y a la persona, y se realiza la adaptación en el puesto laboral concreto y ese apoyo a la empresa y a la persona es para siempre que sea necesario.
Que podamos seguir por la senda que nos lleve a una mayor implicación y que el empleo personalizado así como la responsabilidad social sean vías para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.
Javier Abad Chismol