Las personas con discapacidad deben tomar sus propias decisiones y ser ellos los que deciden sobre su vida, para que la autonomía sea real, es decir, que al igual que cualquier persona, tenga o no tenga discapacidad, intente siempre tomar las mejores decisiones, y también por supuesto equivocarse y rectificar.
Según la ONU España a de prohibir la sustitución en la toma de decisiones, una persona sin discapacidad no debe tomar decisiones por una persona con discapacidad. Se tiene que reconocer la capacidad jurídica de todas las personas e incluir los apoyos, esto es lo que ha dicho las Naciones Unidas en un informe, «que se puedan tomar decisiones de una forma digna».
Por ello se considera que España debe abolir la sustitución en la adopción de decisiones, el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, muestra su preocupación por que el Código Civil porque: “contemple la privación de la capacidad jurídica de la persona por motivo de discapacidad y que se mantenga la sustitución en la adopción de decisiones”.
Se recomienda pues abolir los regímenes de sustitución en la adopción de decisiones y se creen con apoyos que respeten la dignidad, e implante mecanismos para la adopción de decisiones con apoyos, la autonomía, el deseo y las preferencias de las personas con discapacidad.
Se señala que el artículo 12 de la Convención de las personas con discapacidad, que trata sobre el igual reconocimiento como persona ante la Ley. Le insta a que se: “derogue todas las disposiciones jurídicas discriminatorias, al objeto de abolir completamente los régimenes de sustitución en la adopción de decisiones”
Se debe implantar un mecanismo para el apoyo de la toma de decisiones, que es lo que dar la dignidad a las personas, cuando se toman todas las decisiones al margen de la persona, aunque se haga con buena voluntad y con el convencimiento que es mejor para él, se le priva de su libertad y dignidad y también el derecho a equivocarse o cambiar de opinión.
Javier Abad Chismol