ODISMET (fuente)
El INE ha publicado este lunes, 19 de diciembre, el informe ‘El empleo de las personas con discapacidad’, que viene realizándose desde 2010 y que es una de las fuentes de datos principales del Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de la Fundación ONCE, Odismet.
Profundizar en el conocimiento de la realidad socio laboral de las personas con discapacidad sin duda es fundamental para la implementación de políticas y estrategias que den respuesta a las necesidades particulares de este importante grupo de población.
Desde el amplio conocimiento que nos permite el haber desarrollado este observatorio, cuya materialización más importante es la publicación con carácter anual de un informe comprensivo de dicha realidad socio laboral, con sus más de cincuenta indicadores procedentes de estadísticas públicas, nos parece de interés reforzar la difusión de los últimos datos del INE, aportando análisis y reflexión sobre los mismos.
Con ello contribuimos a una de las finalidades de Odismet, favorecer la comprensión de las estadísticas públicas relativas al empleo y la discapacidad, facilitando a los medios de comunicación y a profesionales del periodismo su labor en la reseña y la conformación de una opinión pública sensible a las noticias relativas a las personas con discapacidad en general y, en particular, a su situación en el ámbito del empleo.
Es por ello por lo que se debe valorar muy positivamente el que la mayoría de los medios de comunicación hayan recogido esta información, lo cual no deja de ser un reflejo del interés y sensibilización social creciente sobre este ámbito, algo de lo que participa Odismet, con la información disponible que agrega, así como las campañas que cada año realizan la ONCE y su Fundación y que este año tiene como mensaje “No seas mi límite”.
MEJORA METODOLÓGICA
Es necesario, en primer lugar, subrayar que los datos de este informe presentan este año una mejora metodológica muy relevante que desde Odismet celebramos, ya que hace más preciso el conocimiento de la realidad de las personas con discapacidad en el ámbito laboral. Esta mejora metodológica precisa explicación y reflexión, a tenor de los nuevos valores presentados.
La serie histórica de la estadística hasta 2014 contabilizaba exclusivamente a aquellas personas con certificado de discapacidad igual o superior al 33% a través de los registros administrativos en la Base de Datos Estatal de Personas con Discapacidad que aporta el Imserso.
La modificación aplicada ha añadido los pensionistas de las Seguridad Social que tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente en grado total, absoluta o gran invalidez, y a pensionistas de clases pasivas que tengan reconocida una pensión de jubilación o retiro de incapacidad permanente para el servicio, considerando así las dos vías contempladas por el Real Decreto Legislativo 1/2013, por el que se aprueba el Texto Refundido de la “Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social” considera la condición de persona con discapacidad.
Esta modificación permite disponer de una información más precisa y real, al computar en el recuento un importante segmento de población con discapacidad que hasta ahora no era objeto del esfuerzo estadístico.
Sin embargo, en contraposición a la mayor exactitud proporcionada, resulta imposible establecer comparativas interanuales con los datos correspondientes a la serie 2008-2013, pero no hacerlo con los datos relativos a 2014, puesto que el INE ha incluido en la mejora metodológica el recálculo de los resultados de 2014 con la nueva metodología.
IMPACTO DE LA MEJORA METODOLÓGICA
La incorporación de las personas en situación de incapacidad supone un impacto en números redondos de visibilización de 400.000 personas, las cuales se concentran principalmente en la situación de inactividad laboral.
Dicha circunstancia revela un escenario más complejo para las políticas de inclusión laboral del colectivo, dado que, aunque en el año 2015 el porcentaje de activos se ha elevado un 2,6%, el cambio metodológico ha conllevado un incremento significativo del porcentaje de inactivos que da como resultado el que la tasa de actividad se reduzca hasta el 33,9%, (con la anterior metodología rondaría el 38%) que, en términos comparativos con la tasa de actividad de las personas sin discapacidad, supone estar 44,2 puntos porcentuales por debajo.
Pero el dato que quizá merezca más valoración es que, con la nueva metodología, el colectivo de personas con discapacidad ha incrementado su representatividad en el conjunto de la fuerza laboral en nuestro país, siendo para el año 2015 el 5,9% del total de personas en edad laboral.
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE 2015
El análisis de la estadística presentado por el INE que hacemos desde Odismet, considera de interés algunas cuestiones.
En primer lugar, hay que señalar que la estimación que se ofrece sobre el número de personas con discapacidad entre 16 y 64 años para 2015 supone un crecimiento de 32.600 personas, un 1,9% más que en el 2014.
Inicialmente, los datos de esta operación estadística parecen evidenciar una mejoría en los principales indicadores respecto a 2014, consolidándose el cambio de tendencia que venimos observando y que, groso modo, se puede sintetizar diciendo que en el 2015 la tasa de actividad ha aumentado ligeramente (+0,3), al igual que la tasa de empleo (+0,8), disminuyendo la tasa de paro en algo más de un punto y medio.
No obstante, ha de subrayarse que, como la propia operación estadística está evidenciando, la distancia en términos desfavorecedores con la población sin discapacidad se sigue produciendo, incluso en escenario de mejoría de los datos. La tasa de actividad de las personas con discapacidad se encuentra 44 puntos porcentuales por debajo, la de empleo difiere en 37,5 puntos, y la de paro supera en 9 puntos a la de las personas sin discapacidad.
Asimismo, la recuperación del empleo es asimétrica si comparamos personas con y sin discapacidad. Entre las segundas, la tasa de paro se ha reducido casi en dos puntos y medio con respecto a 2014, un punto por encima del dato correspondiente a las personas con discapacidad. Igualmente, la tasa de empleo de las personas con discapacidad tampoco alcanza el incremento de 2 puntos logrado por el conjunto nacional. Ello pone en evidencia la necesidad de profundizar en estrategias que fomenten la igualdad de oportunidades, la participación activa y la empleabilidad de las personas con discapacidad.
Merece la pena señalar que, entre la multitud de variables que explican las dificultades de acceso al empleo del colectivo, la formación se constituye como un eje casi determinante o al menos de una enorme relevancia. Así, entre las personas con discapacidad, encontramos un 5,7% de tasa de analfabetismo, frente al 0,5% entre las personas sin discapacidad. En el polo opuesto, un 15,1% del colectivo tiene estudios superiores, frente al 38% de las personas sin discapacidad. Es prioritario revertir dicho escenario, dado que aboca a las personas con discapacidad a ocupaciones elementales, de baja cualificación (actualmente el 20,7% del colectivo se emplean en las mismas, frente al 13% de las personas sin discapacidad) al mismo tiempo que limita el acceso a puestos de dirección (2,3% en personas con discapacidad, frente al 4,2% en población general).
Según nuestro análisis, los datos recomiendan seguir trabajando para alcanzar niveles de equidad, garantizando la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, dado que si bien parecen apreciarse tibios atisbos de mejora, éstos se ven empañados por las significativas distancias respecto a la población sin discapacidad.
Por último, cabe destacar que los cambios metodológicos de esta operación estadística colaboran a aportar un conocimiento estadístico más certero sobre la realidad de las personas con discapacidad y su peso real entre la población general, que nos permite, a la luz del análisis, ser optimistas por la, aunque lenta, evolución positiva de la ocupación entre las personas con discapacidad, pero al mismo tiempo nos reafirma en la necesidad de profundizar en el camino de políticas y cambios en el marco legislativos con alto impacto en el empleo de las personas con discapacidad, que contribuyan decididamente a la inclusión laboral y social de este importante colectivo.