Después de años trabajando para cambiar la forma de ver la discapacidad, es positivo que cada vez sean más las personas con discapacidad que puedan encontrar un trabajo y por lo tanto puedan tener un grado mayor de autonomía y de inclusión social.
La tasa de paro de las personas con discapacidad en España se redujo 2,4 puntos en 2017, año en que se situó en el 26,2%. Pese a esta caída, superó en más de nueve puntos a la de la población sin discapacidad (17,1%). Como vemos aun sigue siendo mayor el desempleo pero si que hay una mejora, como lo refleja el INE en la estadística “El Empleo de las Personas con Discapacidad”, publicado recientemente.
En 2017 tasa de paro de las personas con discapacidad fue del 35% (dos décimas menos que en 2016), lo que supuso más de 42 puntos menos que la de la población sin discapacidad. Por su parte, la tasa de empleo fue del 25,9%, más de 38 puntos inferior a la de las personas sin discapacidad.
Dicha tasa de paro aumentó 0,8 puntos respecto a 2016. EN EDAD LABORAL En el año 2017 había 1.860.600 personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), lo que supuso el 6,2% de la población total en edad laboral. De esta cifra, 651.700 eran activos.
Dentro de esta población activa con discapacidad se observó mayor porcentaje de hombres, más peso del grupo de 45 a 64 años y menor representación de personas con estudios superiores que en los activos sin discapacidad.
Para la población ocupada con discapacidad (481.000 personas en 2017) se observaron las mismas diferencias en cuanto a sexo, edad y nivel educativo que las señaladas para los activos en comparación con los ocupados sin discapacidad.
La distribución por antigüedad en la empresa fue similar en ambos grupos, con la particularidad de que el porcentaje de ocupados en el tramo ‘más de tres años’ fue ligeramente superior en las personas con discapacidad.
El porcentaje de asalariados con discapacidad en las empresas de 50 o más trabajadores del sector privado fue del 2,3%. En esta cifra están incluidas las entidades especializadas en la inclusión social de las personas con discapacidad.
En cuanto a la tasa de paro en la población con discapacidad había mayor porcentaje de hombres, de personas de 45 a 64 años y de desempleados con estudios primarios que en los parados sin discapacidad. Por el contrario, había menor representación de parados con estudios superiores y de personas de 16 a 24 años.
Menor brecha por género
Al igual que sucede para la población general, las mujeres con discapacidad tenían menos presencia activa en el mercado laboral. No obstante, su tasa de actividad estaba más próxima a la masculina que en la población sin discapacidad. Además, la tasa de empleo de los hombres con discapacidad superó en 0,4 puntos a la de las mujeres. Para el resto de la población de 16 a 64 años, la diferencia fue de 12,6 puntos. Por su parte, la tasa de paro de las mujeres con discapacidad fue superior a la de los hombres en 0,9 puntos. Para las mujeres sin discapacidad fue mayor en 3,5 puntos. Tanto la tasa de empleo de los hombres como la de las mujeres con discapacidad aumentaron 0,7 puntos respecto a 2016. Por su parte, la tasa de paro bajó 2,3 puntos en los hombres con discapacidad y 2,6 en las mujeres. La participación laboral está muy determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad. La tasa de actividad para el grado de discapacidad de menor intensidad fue del 57,7% en 2017 y disminuyó progresivamente hasta el 11,4% para el grado superior de discapacidad.
Por discapacidades
Las personas con discapacidad auditiva presentaron las mayores tasas de actividad (58,1%) y las que tenían discapacidad mental, las menores (31,1%). Los mayores incrementos en las tasas de actividad respecto a 2016 se dieron en los grupos de discapacidad asociados al Sistema cardiovascular, inmunológico y respiratorio y Trastorno mental.
Por el contrario, los mayores descensos se registraron en los grupos de discapacidad asociados al Sistema auditivo y al Sistema visual. La mayoría de los trabajadores con discapacidad en 2017 eran asalariados, tenían contrato indefinido, jornada completa y desempeñaban su actividad en el sector Servicios. Así, el 89,1% de las personas con discapacidad que trabajó lo hizo como asalariado (5,4 puntos más que las personas sin discapacidad). Y el 74,4% tenía contrato indefinido (1,1 puntos más que la población sin discapacidad). El 81,8% de los ocupados con discapacidad trabajaba a jornada completa, una proporción inferior a la de los trabajadores sin discapacidad (3,5 puntos menos). El 82,7% de los ocupados con discapacidad desempeñó su actividad en el sector Servicios, frente al 75,4% de quienes no tenían discapacidad. Por regiones, las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de las personas con discapacidad en el año 2017 se dieron en Castilla-La Mancha (45,9%), La Rioja (45,3%) y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (48,9%). Por el contrario, las menores tasas de actividad se registraron en Galicia (28,2%), Principado de Asturias (29,8%) y Canarias (30,1%).
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