A pesar de que la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad lleva ya unos años en vigor, de una manera continua tiene esta organización que ir recordando como la discapacidad debe verse en una clave de inclusión y de integración y no tan solo de atención, donde debe evitarse todo tipo de segregación, bien en la vivienda, en la escuela, en el trabajo, en el ocio, y en la sociedad en su conjunto.
Por este motivo la ONU publica de vez en cuando la situación de los distintos países para analizar cómo se lleva a cabo el cumplimiento de la Convención, son las distintas asociaciones la que ponen en alerta a la Institución para que dé el toque de atención para remediar los posibles incumplimientos o deficiencias.
En este motivo se le avisa a España que debe considerar el trastorno mental como discapacidad, a través de un informe en el que se dice que se debe prohibir la discriminación de forma clara, teniendo en cuenta que no se da igual dependiendo del sexo, la edad, o otras razones. Se debe considerar a las personas con un trastorno mental personas con discapacidad, y por lo tanto también para ellas se deben cumplir los derechos que se marcan en la Convención.
Sabemos que la Convención es la ley internacional con todos los derechos de las personas con discapacidad y hay que adaptarse por lo tanto a esta, aunque algunos gobiernos o estados se resistan.
Es realizar un ajuste razonable, un cambio para que un sitio o algo, sea accesible para una persona con discapacidad. Adaptar y considerar según las necesidades de cada uno y procurar los apoyos necesarios, adaptaciones que pueden ser para una discapacidad física o una discapacidad intelectual, o incluso ambas.
Javier Abad Chismol