En alguno aspectos se podría decir que España no termina de cumplir la Convención de las Naciones Unidas de los Derechos de las Personas con Discapacidad, al mantener un sistema doble en lo que respeta a la educación, se apuesta por una educación inclusiva, pero a su vez existen los centros de educación especial.
Esto lo pone de manifiesto un informe que se ha presentado recientemente en Ginebra (Suiza), que se ha elaborado en función de las quejas que se han recibidos de alguna organización sobre personas con discapacidad. Con esto se invita a España a que apueste de verdad por la educación inclusiva y que termine con el sistema de centros especiales. Al mantener esta doblez o sistema paralelo, lo que se hace es no cumplir el Tratado de la ONU.
Se tiene que buscar un sistema único, porque hay personas que no pueden tener igualdad de oportunidades y se crea una discriminación, es que podamos creer en la integración real, y no solo en la atención. En definitiva se puede decir que conviven dos modelos, uno que busca la integración y otro la atención, esto ocurre en la educación con los centros de educación especial y en el mundo laboral con los centros especiales de empleo, cuando lo que hay que buscan es la educación en la escuela ordinaria y el empleo en la empresa ordinaria, pasar de la segregación a la integración real.
Se tiene que reclamar un sistema único en el que cada estudiante reciba los apoyos que precise en su centro educativo. Exigir un plan para todo el país, para que se garantice la inclusión educativa, que aquellos niños y jóvenes que son enviados al sistema de educación especial, permanezcan en sus escuelas y luego en el mercado laboral, y que puedan llevar luego una vida independiente.
Si ha habido educación especial, empresa especial y en consecuencia una residencia para personas con discapacidad, no habríamos hecho un proceso de integración, y por lo tanto hubiéramos incumplido lo que exige la ONU.
Javier Abad Chismol