El pasado día 21 de septiembre se entregaron los premios solidarios ONCE 2017. La Mancomunitat de L´Vall d´Albaida recibe este premio por la labor Projecte Tèvol, un motivo de alegría para todos los que formamos parte de la familia Trèvol, un reconocimiento a la labor que se desempeña desde hace más de 20 años en la integración de las personas con discapacidad.
El director territorial de la ONCE de la Comunitat Valenciana, Enrique Llin, va entregar el premio al proyecto de la Mancomunitat, lo recogió la usuaria del Trèvol Cecilia Quilis y el vicepresidente de la Mancomunitat, Jaime Peris, el cual destacó lo importante que era el Trèvol para Mancomunitat y el impacto social que este tiene en la Comarca, así como su proyección nacional e internacional.
El jurado ha valorado los 20 años de trabajo por la inserción laboral y de todas las facetas de la vida de las personas con discapacidad.
El Trèvol supone un 26% del presupuesto de la Mancomunitat, 1’24 millones de euros, cuenta con treinta profesionales y atiende a 180 personas en 29 programas diferentes.
La ONCE en la Comunidad Valenciana reconoce a través de los premios solidarios el esfuerzo de entidades, organizaciones, personas, empresas y estamentos públicos, en favor de los colectivos en riesgo de exclusión, por la solidaridad y por la eliminación de las desigualdades sociales.
También se distingue a aquellas que hayan trabajado defendiendo y luchando por la superación individual o colectiva de tales barreras, y por la eliminación de la desigualdad o la minimización de sus consecuencias en un esfuerzo claramente solidario.
El Projecte Trèvol lo recibe por sus más de 20 años trabajando en la inserción laboral, apoyo educativo, proyectos de ocio y tiempo libre, dirigidos a las personas con discapacidad que viven en la Vall d’Albaida.
Este tipo de premios sirven para concienciar a la sociedad de lo importante que es la implicación y la responsabilidad social de todos los colectivos y entidades.
Una forma de dar a entender que no solo es válido todo aquello que tenga que ver con la rentabilidad, sino valorar a aquellas personas y colectivos que piensan en los sectores, que por diferentes circunstancias, se encuentran en peligro de exclusión social, y que todos tenemos algo que decir y que aportar, apelando por tanto a la generosidad social.
Javier Abad Chismol