En el día del Libro hay que destacar la importancia que tiene la lectura, una lectura que se debe reivindicar para que sea accesible a todos, los libros deben estar al alcance de cualquiera, cabe destacar en este día el papel que ha desarrollado Plena Inclusión de la lectura fácil, recordando que es importante hacer que los libros sean fáciles de entender, y que no creemos dificultades.
La lectura fácil es una forma de hacer los libros más fáciles, esto modalidad nació en Suecia en los a los años 60, desde entonces hasta ahora se ha ido desarrollando y poco a poco ha ido llegando a más sitios.
La web Planeta fácil con noticias y libros fáciles de entender, también la investigación que se ha ido haciendo de la evolución de la lectura fácil a lo largo del tiempo y de la experiencia. Será vital escuchar la opinión de los usuarios y las dificultades que han encontrado en la lectura de los libros o de algún libro concreto.
Si las personas con discapacidad pueden leer libros, revistas, prospectos, periódicos, estarán mucho más informados y preparados, si ponemos dificultades se pueden quedar en cierto modo aislados.
Una lectura adaptada animará a muchos a potenciar el sano hábito de la lectura, algo fundamental para la persona, porque esto abre su perspectiva para ver el mundo, la sociedad, la gente y en definitiva la integración real.
Se debe reclamar más recursos para la investigación y su inclusión en el desarrollo normativo, sabiendo que el método de lectura fácil promueve el acceso y la motivación para la lectura, y de esta manera logramos que las personas con discapacidad intelectual se introduzcan en el mundo de la cultura.
Hay un proyecto europeo Pathways, que hace unos años dio lugar al nacimiento de pautas europeas de lectura fácil de Inclusión Europe. Se puede adaptar la lectura en diferentes niveles, relacionados con el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas: nivel A, nivel B-, nivel B+ y nivel C.
El 70% de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo superaron el nivel A, equivalente a la lectura fácil, lo que demuestra que -para que la información llegue a esta población- es necesario ese nivel de adaptación.
La lectura no puede ser suplida por la digitalización y la imagen, hay que seguir potenciando el libro y la lectura, como una base social y cultural fundamental para todas las personas, por ello hay que hacer un esfuerzo para que lo que vale la pena llegue a la máxima gente posible y que la discapacidad no sea una barrera.
Javier Abad Chismol