Es cierto que muchos empresarios consideran que contratar a una persona con discapacidad puede ser un lastre para su empresa porque no va a saber cuáles son las tareas que se le pueden encomendar, por este motivo surge la idea de empleo personalizado.
Esto no lo debe desarrollar el empresario, debe hacerlo un técnico que pueda observar las diferentes tareas que hay en la empresa y que podría realizar la persona con discapacidad, de esta manera tendríamos un empleo personalizado, y además conseguiríamos que fuera rentable para la empresa, no es por lo tanto un favor, es un puesto laboral concreto que es y debe ser rentable, a todo ello hay que unir un acompañamiento laboral a esa persona en la empresa, de tal manera que esto no repercute negativamente en la empresa, ni por costo ni por la dificultad del aprendizaje y el seguimiento.
El empleo personalizado significa individualiza la relación laboral entre empleados y empleadores de manera que se satisfaga las necesidades de ambos. Esto puede hacerse tal como hemos dicho antes, a través de empleo creado (empleo modelado), o por la transformación y adaptación de un puesto laboral que ya existiese. De esta manera conseguiríamos que el puesto laboral encajase con las necesidades de las personas con discapacidad, sin por ello repercutir de una manera negativa en la empresa.
Por todo ello hay que romper barreras basadas tan solo en un capitalismo puro y duro, porque nadie pone en duda que una empresa se crea para ganar dinero, pero es vital crear una responsabilidad social, en la implicación de las necesidades sociales, especialmente de los colectivos más desfavorecidos. Las instituciones y organizaciones, como el Trèvol, desempeñan un papel fundamental en el mundo laboral porque hace de puente entre las personas con discapacidad y las empresas, así como el necesario apoyo institucional para que esto pueda llevarse a cabo, es decir la viabilidad del proyecto mediante una correcta financiación.
Para ser un empleo personalizado, los puestos de trabajo deben ser negociados individualmente, estudiar cada caso y cada candidato.
Para ello hay que identificar las condiciones ideales para el empleo, tales como el perfil vocacional, cultivar el capital social y la relación en que todas las partes ganan.
El Empleo con Apoyo surgió de un deseo de apoyar a que la gente se moviera del empleo protegido al empleo comunitario, al empleo ordinario y proporcionó mecanismos para crear empleos (job development) y el aprendizaje (job coaching) de trabajos individuales.
A pesar de esta meta bien intencionada, sin embargo, el Empleo con Apoyo ha quedado corto cuando se trata de apoyar a las personas que experimentan un impacto más significativo de la discapacidad o que tienen necesidades de apoyo más complejas. Podemos decir que el Empleo Personalizado es un paso más, un avance del Empleo con Apoyo, porque crea nuevos puestos de trabajo, en el Empleo con Apoyo en ocasiones hay personas que no encajan en ningún puesto laboral establecido como convencional.
El Empleo Personalizado no anula el Empleo con Apoyo, lo que hace es complementarlo y hacerle crecer, ver cuáles han sido sus deficiencias y poder suplirlas. Evidentemente también hace falta un cambio de actitud y de pensamiento y por supuesto un grado de implicación en la integración de las personas con discapacidad en la empresa ordinaria.
Javier Abad Chismol