Debemos reflexionar cuales son las barreras o dificultades que encontramos para que las personas con discapacidad intelectual puedan incorporarse al mundo laboral, y si es posible en la empresa ordinaria, la inserción laboral lleva a la normalización y por lo tanto evita el riesgo de exclusión.
Es bien cierto que la mayoría de puestos laborales salen con la formula de los Centros Especiales de Empleo, esto ha seguido aumentando y promocionándose, una progresión y un compromiso por parte de los políticos e instituciones en este tipo de formula empresarial creada para personas con discapacidad.
Bajo mi punto de vista creo que soluciona parte de un problema, que es la inserción laboral, pero por otro lado no conseguimos una inclusión normalizada que es lo que sería en empresas ordinarias, con un trato inclusivo, y no empresas solo de personas con discapacidad.
Creo que se debería favorecer para que las empresas ordinarias tuvieran los apoyos necesarios para que pudieran incorporar a su plantilla personas con discapacidad con las ayudas necesarios.
Es el mismo planteamiento entra la educación inclusiva o la educación especial, y por lo tanto también entre centros especiales de empleo o empresa ordinaria, y llegaría más lejos entre atención e inserción.
En el ámbito de la Responsabilidad Social Empresarial, hay que incorporar personas con discapacidad en las empresas ordinarias, es cierto, que cada vez son más las personas que trabajan en empresas ordinarias, pero siguen faltando apoyos e información.
Las empresas tienen que abrir las puertas a la contratación de las personas con discapacidad. Son trabajadores con un sólido compromiso de trabajo, eficaces, y aportan rentabilidad y reputación a la empresa y ayudan a construir una sociedad mejor, la contratación de un trabajador con discapacidad no es un coste, es una oportunidad de vida y de trabajo.
Se deben apoyar las ayudas y mentalizar en la Responsabilidad Social, y es un proceso en donde intervienen las administraciones, las empresas, las asociaciones e instituciones del sector y la sociedad en su conjunto, todo ello unido a la escucha de la personas con discapacidad que son realmente los protagonistas, no se pueda hacer nada sin contar con ellos.
Javier Abad Chismol