Cuando hablamos de construir un mundo mejor tenemos que reivindicar los derechos de todas las personas, de tal manera que se respeten las diferencias, y por lo tanto se aporten las ayudas necesarias para que se igualen de una manera real, no como si fuera una utopía, o algo inalcanzable, los derechos deben pasar del objetivo a la acción concreta. Podemos tener buenos deseos, buenas intenciones, pero luego hay que implicarse de una manera real y concreta, cada uno desde pueda y desde se encuentre.
La igualdad de oportunidades tiene que darse desde la igualdad de derechos y por lo tanto de posibilidades, debe el Estado y las leyes, procurar esa igualdad desde los apoyos necesarios y complementarios para que se pueda llevar a término.
Para ello se parte de una legislación que vaya abriendo camino a las familias, a los padres cuando tienen un hijo/a con discapacidad, que no se sientan solos, desatendidos o desprotegidos. Es más, que intentemos que no se convierta en un drama, sino que se mire con esperanza y a su vez se sientan arropados y con los apoyos necesarios. Una educación inclusiva, en escuela ordinaria, una sanidad que provea lo necesario sin que este suponga una carga económica que no se pueda soportar.
Esto es crear y construir un mundo mejor, aterrizar en la realidad desde el primer momento, y que el camino que realizamos sea viable, y que las personas son personas a pesar de las dificultades, y que no podemos vivir aislados de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, sobre todo cuando nos parece una dificultad o incluso un estorbo.
Una educación inclusiva lleva a una incorporación al empleo ordinario, y por lo tanto a ser parte activa de la sociedad en todos los ámbitos de la vida, y no ser solo una carga, sino que también sea una aportación como parte activa de la misma.
Construyamos entre todos una sociedad acogedora, una sociedad que no discrimine a nadie, que no deseche a nadie, que no caiga en la practicidad y utilidad del rendimiento, sino darnos cuenta que todos contamos y formamos parte, reivindiquemos derechos y oportunidades y hagamos que este mensaje cale en la sociedad y en el día a día.
Javier Abad Chismol