Se lleva mucho tiempo debatiendo sobre la conveniencia o no de los centros de educación especial, y que ese camino no llevaba a una educación inclusiva, a su vez, que España no cumple la Convención de la ONU por el derecho a una educación inclusiva.
El temor de padres e instituciones ante la posibilidad de la desaparición de los centros de educación especial ha desatado la polémica, para que no se apruebe el proyecto de ley que podría cerrar este tipo de centros en la Comunidad de Madrid.
El objetivo de estos proyectos de ley sería conseguir la plena inclusión de las personas con discapacidad. Y para ello, lo que se pretende es apostar para que se dé esto pero en los colegios ordinarios, y no en los colegios especiales, es decir, adaptarse a la Convención de la ONU, huyendo de la segregación que suponen este tipo de centros. Parece que se han recogido más de 52.000 firmas en contra de estos proyectos de Ley.
Pero además, los padres no se han quedado ahí y han creado la Plataforma: “Educación inclusiva sí, Especial también”. A ella se han sumado también asociaciones de personas con discapacidad, colectivos docentes y los propios colegios. Como se puede ver la polémica está servida.
En el manifiesto la plataforma afirma que: “el derecho a no ser discriminado no supone tratar a todos igual, sino tratar a cada uno como necesita”. “Aunque algunos niños y niñas se adaptan muy bien a la escuela ordinaria, otros precisan de una educación individualizada, con personal muy especializado, espacios adaptados, aulas con pocos alumnos y ritmos de aprendizaje concretos”. Esto es lo que afirman, pero yo me pregunto si no será siempre mucho mejor buscar las adaptaciones necesarias en los centros ordinarios, así como personal de apoyo, de tal manera que hubiera una actitud ejemplar de normalización para el resto de la comunidad educativo.
«¿Por qué destruir estructuras educativas que están funcionando y que garantizan el derecho a una enseñanza de calidad de este alumnado?», se preguntan. Por eso, la plataforma exige que no se excluya ninguna de las modalidades educativas prestadoras de apoyo que hay actualmente en el sistema educativo español.
En la misma línea, y distanciando del informe de las Naciones Unidas que pedía a España eliminar los centros de Educación Especial por considerarlos contrarios a su Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y señala que “ninguno de los dos expertos” que lo realizaron visitaron dichos centros. “Si no, tendrían otra opinión”, indica la plataforma. Es decir, que oponen a la ONU.
No cabe duda que es un conflicto que se tendrá que resolver, y que desde luego el camino es la inclusión en la escuela ordinaria, aunque tenga que hacerse un proceso, y comunicar de manera correcta que es lo mejor para las personas con discapacidad intelectual, que es apostar por una educación inclusiva.
Javier Abad Chismol