Es evidente que el primer paso para una integración inclusiva es poder encontrar un empleo, es algo vital para poder desarrollarse como persona, eso se tenga o no se tenga discapacidad, la cuestión es replantear si cualquier trabajo sirve.
Hay muchos estudios que demuestran que hoy en día en España hay personas con trabajo, pero que aun así no consiguen salir de la pobreza, porque con sus ingresos no pueden cubrir los gastos de primera necesidad, esto lo que nos viene a decir que el empleo muchas veces es muy precario, bien porque son pocas horas o porque está mal retribuido.
Por ello es importante abrir un debate sobre la calidad del empleo, especialmente en la empresa ordinaria, no hablamos del empleo protegido de los Centros Especiales de Empleo que es otro tipo de trabajo, porque se encuentra plenamente subvencionado y protegido, es hablar de los empleos corrientes que son los que hacen que las personas con discapacidad puedan estar integrados plenamente en la sociedad.
En un debate como este deben intervenir todas las entidades implicadas, como las administraciones públicas, sindicatos, patronales, universidades, instituciones y organizaciones, empresas, y por supuesto a las personas con discapacidad y a sus familias.
Que se puedan compartir experiencias de todos los implicados, empresas, preparadores laborales, porque esto favorece la contratación de las personas con discapacidad, es decir allanar el terreno para que se den este tipo de contrataciones mediante la modalidad del Empleo con Apoyo. Un trabajo que debe ser igualmente remunerado, que cualquier otra persona, y por este motivo el preparador laboral acompaña a la persona para que en ningún momento la empresa pueda perjudicada.
Igualdad de condiciones laborales y mismo sueldo para el mismo trabajo, todas las personas tienen derecho a un trabajo digno y remunerado al puesto que desempeña.
Javier Abad Chismol