En muchas ocasiones nos encontramos que los recursos para las personas con discapacidad están mermados por falta de presupuesto, por falta de previsión, o por falta de conocimiento, y por lo tanto hay muchas personas que no están atendidas correctamente.
La sensibilización hacia las personas con discapacidad debe partir de las administraciones públicas, porque es una necesidad básica y fundamental, porque se encuentra ante uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
Muchas veces hay centros de personas con discapacidad que tienen que esperar que sean aprobadas subvenciones o ayudas que parecen nunca llegar, unas ayudas que suelen ser discontinuas, especialmente a lo que se refiere a los apoyos, y más si se pretenden apoyos dentro de centros ordinarios.
Se debe sensibilizar a los políticos, a aquellos que tiene potestad para legislar, para cambiar la percepción sobre la integración de las personas con discapacidad.
Como el caso ocurrido en un colegio de Valencia con la carta de la madre de un niño autista “desamparado” en un colegio de Valencia que emocionó en las redes sociales a través de Facebook.
Dirige sus palabras a Mónica Oltra, Consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana, ante la falta de un educador en el centro y tras recoger a su hijo de cinco años «cubierto de heces y descalzo» en el patio, es decir, una queja por falta de atención, y de recursos para que esto no pase. Denunció que en el colegio público al que acude su hijo no hay educador en el aula CYL (de comunicación y lenguaje). Ya parece que después de un tiempo ya se han convocado las plazas necesarias para atender este tipo de necesidades.
Hay que estar bien atento a estos casos para que no ocurran y la administración y los centros que detecten casos de desamparo pongan la maquinaria en marcha para cubrir las plazas que sean necesarias para que pueda llevarse a cabo una verdadera educación inclusiva donde se mantengan todos los derechos de las personas con discapacidad.
Javier Abad Chismol