Son diversos los motivos que nos llevan a apreciar que cada vez hay más personas con una discapacidad visual, una de las causas más importantes es el envejecimiento de la población, cada vez vivimos más años y por la tanto también el deterioro de la capacidad visual.
También el estilo de vida, o no poder acceder a tiempo a un control o revisión visual, todo ello va haciendo que haya aumentado el número de personas que viven el mundo con discapacidad visual, y que no reciben tratamiento por miopía, hipermetropía o las cataratas, según el estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud.
Es la primera vez que esta organización pública un informe de este tipo, aunque también se puede deducir que la mayoría de personas que no tienen tratamiento es porque no pueden acceder a ningún tipo de control o tratamiento.
Sorprende que cerca de 65 millones de personas hayan perdido la vista por problemas económicos, algunos ni siquiera pueden acceder a las gafas, son muy costosas, y son muchos los que no se las pueden permitir. Hoy en día unas gafas de una corrección severa por miopía avanzada pueden costar cerca o más de 1000 euros, algo que no se cubre por la seguridad social, y que muchos no se lo pueden permitir y están condenados a ver mal si no lo pueden costear.
Esto repercute en la calidad de vida de las personas y les limita para realizar muchas tareas cotidianas.
Se calcula a nivel mundial que unos 2.200 millones de personas sufren discapacidad visual, y pertenecen a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad, como mujeres, ancianos, casos que se podían haber frenado con un tratamiento.
Se deben tratar todo tipo de deficiencias, como miopía, cataratas, problemas de cornea, de retina, y también más básicas como la conjuntivitis.
Las personas con discapacidad visual o ceguera también necesitan los apoyos necesarios para que puedan llevar una vida independiente y digna, es algo que hay que defender, para que se puedan superar las diferentes discapacidades.
Javier Abad Chismol