El área de ocio nace hace años en el Trèvol como un proyecto pionero de la inclusión de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida, es decir, forme parte activa, crítica y constructiva de la sociedad en la que vive, y para ello necesita no sólo tener una oportunidad de trabajo, no solo vivimos para trabajar, sino también a la hora de pasarlo bien, de organizarse el tiempo libre, de esta manera poder decidir que va hacer con el tiempo libre, el qué y con quien.
No tiene ningún sentido que una persona con discapacidad pueda desarrollarse en su trabajo diario, y en cambio no pueda hacerlo fuera de su jornada laboral. Refiriéndose a las personas con discapacidad psíquica, según Lou Brown, se matiza que las personas con discapacidad deben trabajar en entornos ordinarios, con todos, no en grupos cerrados de personas con discapacidad, del mismo modo tendrán que poder desarrollar el ocio en entornos normalizados, como uno más, y hacer lo que la gente hace en el tiempo libre en el tiempo de vacaciones, en definitiva hacer lo que cualquiera haría sin tener ningún tipo de discapacidad psíquica.
De esta manera y siguiendo esta directriz el Projecte Trèvol, desarrolla un programa de inclusión social, que se enmarca en el tiempo libre partiendo de la idea de que el aspecto recreativo o de ocio es tan importante como otros aspectos. Este programa se dirige fundamentalmente a las personas con discapacidad intelectual y en ocasiones a personas con otras discapacidades que tienen graves dificultades de inserción social carecen de recursos, personales o sociales, en este sentido.
Lo que se pretende en este programa es que la persona con discapacidad pueda realizar en su tiempo libre, un número ilimitado e indeterminado de actividades, propias de su edad cronológica, aunque no pueda participar de una manera total, y sobre todo siendo el auténtico protagonista de la decisión de realizar esas actividades.
Con esto se pretende generar los procesos que permitan la prestación de los apoyos necesarios y suficientes para que las personas con discapacidad puedan desarrollar su calidad de vida, concretamente en las dimensiones de bienestar emocional, relaciones interpersonales, autodeterminación, inclusión social.
Diversificar las alternativas de ocio en función de las aficiones y edad de las personas con discapacidad esto se complementa con el ocio con apoyo y con el ocio autónomo para el mayor número de personas posibles.
Se asegura el desarrollo progresivo de la autonomía de las personas con discapacidad y se enseñar a las personas con discapacidad a detectar el peligro y prevenirse de él. A su vez Impulsa un cambio de mentalidad en la sociedad de modo que la presencia de las personas con discapacidades severas en el entorno ordinario se considere como algo normal.
A continuación os dejamos un video que explica cómo funciona el programa de ocio del Trèvol.
Javier Abad Chismol