Estamos utilizando mucho en el entorno de discapacidad la palabra inclusión, como un valor añadido para la integración de las personas con discapacidad, por lo tanto he creído oportuno aclarar en este artículo en concepto de inclusión.
Se denomina inclusión a toda actitud, política o tendencia que busque integrar a las personas dentro de la sociedad en todos los ámbitos de la vida, buscando que estas contribuyan con sus talentos y capacidades, a la vez se vean correspondidos con los beneficios que la sociedad pueda ofrecer, tales como la formación y el trabajo. Este tipo de integración debe llevarse a cabo tanto desde el punto de vista económico, educativo, político, social, ocio, etc.
Para promover la inclusión social tiene que haber un principio claro de igualdad y de oportunidades, y esto empieza en la familia y en la oferta educativa que debe ser inclusiva. En efecto, la igualdad de oportunidades en lo que respecta a educación es un factor más que tiende a una integración. Es por ello que el estado puede contribuir a mejorar esta circunstancia mediante los apoyos necesarios, tanto humanos como económicos, para que esa inclusión sea verdadera, que se pueda formar parte de la sociedad de una manera activa y que pueda por lo tanto mejorar la igualdad de oportunidades.
La pedagogía hace un esfuerzo es ver como se puede llevar a cabo esa inclusión en el contexto educativa, con dos tendencias, por un lado los colegios especiales y por otro la inclusión en centros ordinarios con los apoyos pertinentes. La premisa básica sería que el sistema educativo se adapte a cada alumno en lugar de pretender que sea el alumno el que adapte al sistema.
Debe ser por lo tanto una escuela que acepte la diversidad como una circunstancia normal y que evite la discriminación por distinto tipo de necesidades tratando de aprovechar y descubrir las capacidades y no las limitaciones.
Sin lugar a dudas, y aclarado el concepto de inclusión, esta no es un mero acto de solidaridad con aquellos que podrían considerarse relegados de la sociedad por discapacidad intelectual o enfermedad mental, sino que es una posibilidad de mejora para todos.
La inclusión es necesaria para potenciar la dignidad de las personas, y para ello hace falta una implicación, matizar de nuevo que inclusión no es atender, inclusión es mezclarse con la sociedad en todos los ámbitos de la vida siendo uno más.
Javier Abad Chismol